viernes, 15 de junio de 2007

al hijo.


Estas visitas que nos hacemos, / vos desde la muerte, yo / cerca de ahí, es la infancia que pone / un dedo sobre el tiempo y dice / que desconocer la vida es un error. / Me pregunto por qué / al doblar una esquina cualquiera / encuentro tu candor sorprendido. / ¿El horror es una música extrema? / Las penas llevan a tu calor / cantado en lo que soñaste, / las casas de humo donde vivía el fulgor. / De repente estás solo. / Huelo tu soledad de distancia / obediente a sus leyes de fierro. / El pensamiento insiste en traerte y devolverte / a lo que nunca fuiste. / Tu saliva está fría. / Pesás menos que mi deseo, / que la lengua apretada del aire.

No hay comentarios: