"Si uno pudiese gustar al menos de su nada, si uno pudiese descansar bien en su nada y esa nada no fuese una cierta clase de ser pero tampoco la muerte completa.Es tan duro no existir más, no ser mas en alguna cosa. El verdadero dolor es sentir su pensamiento trasladarse en uno mismo. Pero el pensamiento como un punto ciertamente no es un sufrimiento.Estoy en el punto en que la vida ya no me concierne, pero con todos los apetitos y la titilación insistente del ser en mí. Sólo tengo una ocupación: rehacerme."
Dieron por muerta la dialectica, yo no les creo nada.
jueves, 13 de diciembre de 2007
sábado, 8 de diciembre de 2007
miércoles, 5 de diciembre de 2007
La voz del amo
Se sabe: el Prólogo que Sartre escribió para el libro de Fanon es infinito. Lo es sin duda para los que asumimos que la Historia no deja de remitirse a él, de convocarlo. Sucede algo y nos encontramos diciendo: “Esto ya lo decía Sartre en el Prólogo a los condenados de la tierra”. Si tocamos el tema del sujeto: Sartre lo saca de Europa y lo pone entre negros, en Argelia. Era, Europa, el sujeto, ahora es el objeto. El sujeto es la descolonización. Si polemizamos sobre la violencia, ahí, otra vez, está el texto de Sartre, violento de cabo a rabo; violento en su expresividad lingüística y conceptual. Violento en su desbordada genialidad. Violento en su desmesura, en el constante acto de excederse a sí mismo. Violento en sus postulaciones concretas. Se conocen:
“Hay que matar”. O también: cuando el colonizado mata al colono nace un hombre libre y queda un hombre muerto. No esperábamos –sin embargo– lo que acaba de suceder. De aquí nuestro asombro, nuestra perpleja pero precisa verificación de la siempre renovada actualidad de ese Prólogo. Acaba de llevarlo a primer plano el rey Juan Carlos de Borbón.
No vamos a extendernos sobre la importancia del lenguaje en los últimos cincuenta años de la filosofía. Para Wittgenstein el mundo y el lenguaje son coextensivos. Sólo es relevante aquello que se encuadra en la lógica de las palabras. Escribe: “Los hechos en el espacio lógico son el mundo” (Tractatus Logico-philosophicus, 1.13). Y luego: “A los objetos sólo puedo nombrarlos. Los signos hacen las veces de ellos (...) Una proposición sólo puede decir cómo es una cosa, no lo que es” (3.221). Toda proposición que intente decir qué es una cosa es una proposición metafísica. No puedo decir qué es una cosa. No hay cosas, hay signos. De aquí la célebre fórmula final del Tractatus: “De lo que no se puede hablar hay que callar”. Heidegger –desde una posición diferenciada pero no menos firme en la aseveración de la primacía del lenguaje– hablará del lenguaje como morada del Ser. Lacan dirá que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Sólo estoy señalando algunos célebres ejemplos. Miles, miles de páginas se han escrito partiendo de estos postulados. A este giro de la filosofía se le ha puesto un nombre: giro lingüístico. Cuando Michel Foucault propone, en Las palabras y las cosas, la “muerte del hombre” es para reemplazarlo por la trama histórica posestructuralista, cuya vertiente más señaladamente semiológica (la que hunde sus raíces en Ferdinand de Saussure) lo reemplaza, sin más, por el lenguaje. Si el “lenguaje”, en estas corrientes de la filosofía, tiene la potencia de ponerse en el lugar del “hombre” de la modernidad, mucha habrá de ser su centralidad, su importancia, y acaso su posesión. De aquí que Sartre empiece su Prólogo diciendo: “No hace mucho tiempo, la Tierra estaba poblada por dos mil millones de habitantes, es decir, quinientos millones de hombres y mil quinientos millones de indígenas. Los primeros disponían del Verbo, los otros lo tomaban prestado”. ¿Qué es el Verbo? Digamos dos o tres sinónimos: palabra, voz, lengua. El Verbo (no en vano Sartre elige esta palabra) es el célebre logos de los griegos. Sería interminable extendernos sobre el concepto. Sólo bastará señalar que logos es palabra o concepto o discurso o razón. En latín, verbo es verbum. Quienes fueron jovencitos estudiantes de filosofía durante los tempranos años sesenta recordarán –como yo recuerdo– que había ahí, en la calle Viamonte, dos librerías: Verbum y Galatea. Verbum era un nombre formidable para una librería que mostraba en su vidriera libros de Platón, Descartes, Kant o Husserl. O la Diana de Montemayor. O el Persiles de Cervantes. En mi Diccionario de griego no bien llega uno a la palabra logos (que significa, ante todo, “palabra”) lo atrapa el vértigo: hay tres columnas a partir de ahí y las complejidades no parecen terminar. No en vano el Verbo era propiedad de los europeos. El Verbo en tanto razón, en tanto palabra. Hablar es disponer del Verbo. El escándalo es que a partir de la descolonización los colonizados se han apropiado del Verbo. Ya no lo toman prestado. Lo usan, y lo usan contra los colonizadores. Son capaces de decir cosas terribles. Por ejemplo: “Entre colonizador y colonizado sólo hay lugar para el trabajo forzoso, para la intimidación, para la presión, para la policía, para el tributo, para el robo, para la violación, para la cultura impuesta, para el desprecio, para la desconfianza, para la morgue” (Aimé Césaire, Discurso sobre el colonialismo, Akal, 2006, p. 20). Es Aimé Césaire el que acaba de usar el verbo. Césaire, poeta y dramaturgo negro, que nació, como Fanon, en Martinica. Qué cosas tan incómodas ha dicho. ¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve a usar contra el colonizador el Verbo que éste le ha prestado? Si se han hecho hombres por nosotros, si se han integrado a la Historia porque cierta vez los invadimos, les dimos un Dios, matamos a los inútiles y los rebeldes, les quitamos sus riquezas y les dimos la Razón, el Progreso, la Civilización. ¿Por qué usan contra nosotros una palabra que nosotros les dimos? ¿Por qué no se callan?
Un rey, durante estos días, perdió los estribos durante una Cumbre Iberoamericana que se realizó en Chile. Tenía ante sí a un presidente latinoamericano, oscurito para colmo, con rasgos de indígena y que hace un uso brillante del Verbo. El rey, se sabe, es el anacrónico Juan Carlos de España. El presidente latinoamericano es el polémico Hugo Chávez. Aquí no voy a referirme a ninguno de los dos. Del rey ya he dicho que es un anacronismo. Todo monarca, sea inglés, sea holandés o sea español, es un anacronismo escandaloso en el siglo XXI. De Chávez hablaremos en otra oportunidad. Pero hay que decir que en cuanto al Verbo, en cuanto a la palabra, Chávez lo maneja infinitamente mejor que el rey. Quien sólo fue capaz de una rabieta inadecuada, de una ira de monarca en tierra de salvajes: “¿Por qué no te callas?”, célebremente ya le dijo a Chávez. Toda la historia del colonialismo late en esa frase. Basta de usar el Verbo, tú, hijo de indígenas, descendiente de esclavos. Es un rey europeo el que te lo ordena. Un descendiente de colonizadores, de osados aventureros que os han descubierto para la Historia, de una civilización que ha puesto el Verbo en tu bocaza insolente. Chávez es un orador brillante. Podemos creerle o no. Pero el monarca que pretendió hacerlo callar sólo es un ente arqueológico, aturdido, un rescoldo de tiempos ásperos y viejos que sólo sabe dar órdenes a quienes considera naturalmente (y por tradición) inferiores a él. Qué sorpresa, sin embargo, majestad. Ahí, frente a usted, un indígena levantisco usa el Verbo en su contra, él, a quienes ustedes se lo entregaron como gracia de Dios, lo usa mejor que ustedes y los saca de las casillas, los arroja a la indignidad de los malos modales, lo transforma, a usted, majestad, en un rey que pierde los estribos ante un vasallo que le moja la oreja, qué deshonor, qué vergüenza ante la historia, ante su linaje, debiera usted, acaso, pensarlo bien y luego, elegantemente, abdicar.
En su última contratapa, la revista Barcelona exhibe una foto del rey Juan Carlos de Borbón, de su esposa, Sofía, y, junto a ellos, hay un genocida, el general Jorge Rafael Videla. El rey español y su mujer lo visitaron, lo respaldaron con su presencia y no le dijeron que se callara. Tal vez porque Videla hablaba poco, tal vez por otros motivos. Como fuere, le entregaron el prestigio de una monarquía europea, fortaleciéndolo. Los que hacen Barcelona publican la foto y una frase: ¿Por qué te callaste? La frase está dirigida al rey Juan Carlos. Si ahora ordená callar a Chávez, ¿por qué él se calló ante Videla?
No hay más nada que agregar.
Jose Pablo Feinmann
“Hay que matar”. O también: cuando el colonizado mata al colono nace un hombre libre y queda un hombre muerto. No esperábamos –sin embargo– lo que acaba de suceder. De aquí nuestro asombro, nuestra perpleja pero precisa verificación de la siempre renovada actualidad de ese Prólogo. Acaba de llevarlo a primer plano el rey Juan Carlos de Borbón.
No vamos a extendernos sobre la importancia del lenguaje en los últimos cincuenta años de la filosofía. Para Wittgenstein el mundo y el lenguaje son coextensivos. Sólo es relevante aquello que se encuadra en la lógica de las palabras. Escribe: “Los hechos en el espacio lógico son el mundo” (Tractatus Logico-philosophicus, 1.13). Y luego: “A los objetos sólo puedo nombrarlos. Los signos hacen las veces de ellos (...) Una proposición sólo puede decir cómo es una cosa, no lo que es” (3.221). Toda proposición que intente decir qué es una cosa es una proposición metafísica. No puedo decir qué es una cosa. No hay cosas, hay signos. De aquí la célebre fórmula final del Tractatus: “De lo que no se puede hablar hay que callar”. Heidegger –desde una posición diferenciada pero no menos firme en la aseveración de la primacía del lenguaje– hablará del lenguaje como morada del Ser. Lacan dirá que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Sólo estoy señalando algunos célebres ejemplos. Miles, miles de páginas se han escrito partiendo de estos postulados. A este giro de la filosofía se le ha puesto un nombre: giro lingüístico. Cuando Michel Foucault propone, en Las palabras y las cosas, la “muerte del hombre” es para reemplazarlo por la trama histórica posestructuralista, cuya vertiente más señaladamente semiológica (la que hunde sus raíces en Ferdinand de Saussure) lo reemplaza, sin más, por el lenguaje. Si el “lenguaje”, en estas corrientes de la filosofía, tiene la potencia de ponerse en el lugar del “hombre” de la modernidad, mucha habrá de ser su centralidad, su importancia, y acaso su posesión. De aquí que Sartre empiece su Prólogo diciendo: “No hace mucho tiempo, la Tierra estaba poblada por dos mil millones de habitantes, es decir, quinientos millones de hombres y mil quinientos millones de indígenas. Los primeros disponían del Verbo, los otros lo tomaban prestado”. ¿Qué es el Verbo? Digamos dos o tres sinónimos: palabra, voz, lengua. El Verbo (no en vano Sartre elige esta palabra) es el célebre logos de los griegos. Sería interminable extendernos sobre el concepto. Sólo bastará señalar que logos es palabra o concepto o discurso o razón. En latín, verbo es verbum. Quienes fueron jovencitos estudiantes de filosofía durante los tempranos años sesenta recordarán –como yo recuerdo– que había ahí, en la calle Viamonte, dos librerías: Verbum y Galatea. Verbum era un nombre formidable para una librería que mostraba en su vidriera libros de Platón, Descartes, Kant o Husserl. O la Diana de Montemayor. O el Persiles de Cervantes. En mi Diccionario de griego no bien llega uno a la palabra logos (que significa, ante todo, “palabra”) lo atrapa el vértigo: hay tres columnas a partir de ahí y las complejidades no parecen terminar. No en vano el Verbo era propiedad de los europeos. El Verbo en tanto razón, en tanto palabra. Hablar es disponer del Verbo. El escándalo es que a partir de la descolonización los colonizados se han apropiado del Verbo. Ya no lo toman prestado. Lo usan, y lo usan contra los colonizadores. Son capaces de decir cosas terribles. Por ejemplo: “Entre colonizador y colonizado sólo hay lugar para el trabajo forzoso, para la intimidación, para la presión, para la policía, para el tributo, para el robo, para la violación, para la cultura impuesta, para el desprecio, para la desconfianza, para la morgue” (Aimé Césaire, Discurso sobre el colonialismo, Akal, 2006, p. 20). Es Aimé Césaire el que acaba de usar el verbo. Césaire, poeta y dramaturgo negro, que nació, como Fanon, en Martinica. Qué cosas tan incómodas ha dicho. ¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve a usar contra el colonizador el Verbo que éste le ha prestado? Si se han hecho hombres por nosotros, si se han integrado a la Historia porque cierta vez los invadimos, les dimos un Dios, matamos a los inútiles y los rebeldes, les quitamos sus riquezas y les dimos la Razón, el Progreso, la Civilización. ¿Por qué usan contra nosotros una palabra que nosotros les dimos? ¿Por qué no se callan?
Un rey, durante estos días, perdió los estribos durante una Cumbre Iberoamericana que se realizó en Chile. Tenía ante sí a un presidente latinoamericano, oscurito para colmo, con rasgos de indígena y que hace un uso brillante del Verbo. El rey, se sabe, es el anacrónico Juan Carlos de España. El presidente latinoamericano es el polémico Hugo Chávez. Aquí no voy a referirme a ninguno de los dos. Del rey ya he dicho que es un anacronismo. Todo monarca, sea inglés, sea holandés o sea español, es un anacronismo escandaloso en el siglo XXI. De Chávez hablaremos en otra oportunidad. Pero hay que decir que en cuanto al Verbo, en cuanto a la palabra, Chávez lo maneja infinitamente mejor que el rey. Quien sólo fue capaz de una rabieta inadecuada, de una ira de monarca en tierra de salvajes: “¿Por qué no te callas?”, célebremente ya le dijo a Chávez. Toda la historia del colonialismo late en esa frase. Basta de usar el Verbo, tú, hijo de indígenas, descendiente de esclavos. Es un rey europeo el que te lo ordena. Un descendiente de colonizadores, de osados aventureros que os han descubierto para la Historia, de una civilización que ha puesto el Verbo en tu bocaza insolente. Chávez es un orador brillante. Podemos creerle o no. Pero el monarca que pretendió hacerlo callar sólo es un ente arqueológico, aturdido, un rescoldo de tiempos ásperos y viejos que sólo sabe dar órdenes a quienes considera naturalmente (y por tradición) inferiores a él. Qué sorpresa, sin embargo, majestad. Ahí, frente a usted, un indígena levantisco usa el Verbo en su contra, él, a quienes ustedes se lo entregaron como gracia de Dios, lo usa mejor que ustedes y los saca de las casillas, los arroja a la indignidad de los malos modales, lo transforma, a usted, majestad, en un rey que pierde los estribos ante un vasallo que le moja la oreja, qué deshonor, qué vergüenza ante la historia, ante su linaje, debiera usted, acaso, pensarlo bien y luego, elegantemente, abdicar.
En su última contratapa, la revista Barcelona exhibe una foto del rey Juan Carlos de Borbón, de su esposa, Sofía, y, junto a ellos, hay un genocida, el general Jorge Rafael Videla. El rey español y su mujer lo visitaron, lo respaldaron con su presencia y no le dijeron que se callara. Tal vez porque Videla hablaba poco, tal vez por otros motivos. Como fuere, le entregaron el prestigio de una monarquía europea, fortaleciéndolo. Los que hacen Barcelona publican la foto y una frase: ¿Por qué te callaste? La frase está dirigida al rey Juan Carlos. Si ahora ordená callar a Chávez, ¿por qué él se calló ante Videla?
No hay más nada que agregar.
Jose Pablo Feinmann
sábado, 1 de diciembre de 2007
arriba la luna oheaaa!
Jes me dijo que hoy toca Manu en la colifata, pero yo no se que onda. La llamo a gi y duerme, ella siempre duerme, y sueña un sueño despacito entre mis manos, hasta que por la ventana suba el soool, muchachaa te hara reiiir hasta llorar, hasta lloraar...
llego cancodrilo y syper chango! y toda la vaina de maracaibo! en este mundo hay mucha confusion, suenan los tambores de la rebeliooon!
martes, 27 de noviembre de 2007
volver
entonces, en estos dias asi, es que abro mi Adan Buenosayres y redescubro maravillas.
Medianoche: soledad y vacío. Sólo yo solo en la corteza de un mundo que gira huyendo, que huye girando, "viejo trompo sin nińos". żPor qué sin nińos? Entonces yo jugaba con la lógica, sin advertir que siempre hay una relación de armonía entre lo disímil: splendor ordinis. Anoche lo explicaba yo en lo de Ciro: bastante mamado. Como aquella otra figura: "La Tierra es un antílope que huye"; o aquella otra: "Mundo, piedra zumbante de los siete colores." Terror cósmico, desde la infancia: un nińo que, abrazado a su caballo inmóvil, sollozaba de angustia bajo las constelaciones australes. Fría mecánica del tiempo, cono de sombra, cono de luz, la noche y el día, solsticio y equinoccio: el sol que nos cuenta mentiras fabulosas, y la tierra que se viste y se desviste de sus esplendores como una prostituta, "ˇsalve, moscardón ebrio!». Y al fin sólo una piedra que huye girando, que gira huyendo en un espacio infinito... no, indefinido; porque la noción de infinito sólo corresponde... ˇBueno, alma, bueno
Medianoche: soledad y vacío. Sólo yo solo en la corteza de un mundo que gira huyendo, que huye girando, "viejo trompo sin nińos". żPor qué sin nińos? Entonces yo jugaba con la lógica, sin advertir que siempre hay una relación de armonía entre lo disímil: splendor ordinis. Anoche lo explicaba yo en lo de Ciro: bastante mamado. Como aquella otra figura: "La Tierra es un antílope que huye"; o aquella otra: "Mundo, piedra zumbante de los siete colores." Terror cósmico, desde la infancia: un nińo que, abrazado a su caballo inmóvil, sollozaba de angustia bajo las constelaciones australes. Fría mecánica del tiempo, cono de sombra, cono de luz, la noche y el día, solsticio y equinoccio: el sol que nos cuenta mentiras fabulosas, y la tierra que se viste y se desviste de sus esplendores como una prostituta, "ˇsalve, moscardón ebrio!». Y al fin sólo una piedra que huye girando, que gira huyendo en un espacio infinito... no, indefinido; porque la noción de infinito sólo corresponde... ˇBueno, alma, bueno
viernes, 28 de septiembre de 2007
miércoles, 15 de agosto de 2007
persuasión de los días
lunes, 13 de agosto de 2007
hasta que se ponga el sol
domingo, 12 de agosto de 2007
si una noche de invierno
Del otro lado de la reja está la realidad, de
este lado de la reja también estála realidad;
la única irreales la reja;
la libertad es real aunque no se sabe bien
si pertenece al mundo de los vivos, al
mundo de los muertos, al mundo de las
fantasías o al mundo de la vigilia, al de la explotación o
de la producción.
Los sueños, sueños son;
los recuerdos, aquel
cuerpo, ese vaso de vino, el amor y
las flaquezas del amor, por supuesto, forman
parte de la realidad;
un disparo enla noche,
en la frente de estos hermanos, de estos hijos, aquellos
gritos irreales de dolor real de los torturados en
el angelus eterno y siniestro en una brigada de policía
cualquiera
son parte de la memoria,
no suponen necesariamente
el presente, pero pertenecen a la realidad.
La única aparente
es la reja cuadriculando el cielo, el canto
perdido de un preso, ladrón o combatiente, la voz
fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso
cubriendo la
Patagonia
porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad, como
la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia
estival: son la realidad, como el coraje y la convalecencia
del miedo, ese aire que se resiste a volver después del peligro
como los designios de todo un pueblo que marcha
hacia la victoria
o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a defenderse,
a rescatar lo suyo, su
realidad.
Aunque parezca a veces una mentira, la única
mentira no es siquiera la traición, es
simplemente una reja que no pertenece a la realidad.
viernes, 3 de agosto de 2007
frio
el frio me esta calando los huesos,
todavia no me saque las medias humedas...
nopiensoponertildes.
ahora viene gigo,
y le voy a preparar una lagrima
(L)
eso, nada mas...
el tipo del placard no llega...
todavia no me saque las medias humedas...
nopiensoponertildes.
ahora viene gigo,
y le voy a preparar una lagrima
(L)
eso, nada mas...
el tipo del placard no llega...
miércoles, 1 de agosto de 2007
juan se iba por el rio
"Juan Antonio lo llamo su madre. Duda era su apellido. Su mejor amigo, Ansina, y su mujer Teresa" Es su último cuento, el que escribió desglosando el material de la novela que ya había decidido no escribir. Es la historia del argentino derrotado del siglo XIX; del último argentino antes de las grandes inmigraciones. Del hombre del pueblo que habia sido llevado de guerra en guerra, de tropa en tropa; que sobrevive a su tiempo y, ya viejo, recorre la memoria de su vida y de la época en que vivió. Que luchó junto con su amigo el negro Ansina en batallas que no eran las suyas, como la noches antes de Cepeda, cuando los hicieron formarse para escuchar la arenga del general Mitre, quien los exhortó a combatir por la Patria y entonces el negro lo mira a Juan y le dice: "En la patria de ellos, yo me cago"
Martín se sonrió y dijo: Yo leí ese cuento; lo leí allí en la ESMA.Una alegría extraña, una excitación indecible me sacudió. Había empezado a contarle el cuento y Martín me interrumpió para continuar el relato. No era la única depositaria de esa memoria. Había otro lector y con ese lector recordamos escenas del cuento: Juan mirando pasar la cureña con el féretro de San Martín cuando sus restos fueron repatriados, entre batallones de antiguas tropas; Juan sentado en un banquito a la orilla del río, entre el recuerdo de su pasado y el deseo de poder llegar alguna vez al otro lado del Plata, donde en la lejanía había podido ver en días claros las casitas blancas de la colonia; la gran bajante del Río de la Plata, la mortandad de los peces, y el final, Juan montado en su caballo, cruzando el lecho seco hacia ese horizonte que se esfumaba...
Le conté a Martín que cuando Rodolfo me leyó el último párrafo le había preguntado si Juan llegaba al otro lado del río. “No sabemos” dijo. Hasta allí acompañó a su personaje; no quiso definir su destino. Por eso Juan no “se fue”; el verbo no cerraba la acción, Juan “se iba”.
lunes, 30 de julio de 2007
suave y pequeña, con alas blancas
Fue entonces cuando cayó en la cuenta de las mariposas amarillas que precedían las apariciones de Mauricio Babilonia. Las había visto en todo el taller de mecánica, y había pensado que estaban fascinadas por el olor de la pintura. Alguna vez las había sentido revoloteando sobre su cabeza en la penumbra del cine. Pero cuando Mauricio Babilonia empezó a perseguirla, como un espectro que solo ella identificaba en la multitud, comprendió que las mariposas amarillas tenían que ver con él. Mauricio Babilonia estaba siempre en el público de los conciertos, en el cine, en la misa mayor, y ella no necesitaba nada para descubrirlo, porque se lo indicaban las mariposas.
lecturas
Tal vez aprendamos a mirarnos como se ha mirado nuestra gente en momentos duros. Voluntariamente elegimos estar del lado de ellos. Damos un salto que es como una muerte, una despedida. ¿Lo damos realmente? Espero que sí.
jueves, 19 de julio de 2007
lunes, 16 de julio de 2007
ese hombre
Martes 14 de Marzo de 1972
Porque si yo muriera mañana una parte de mi vida –esta parte de mi vida– podría parecer insensata y ser reclamada por algunos que desprecio e ignorada por otros a los que podría amar. Desde luego esa reivindicación personal no es lo que más importa (aunque no sea totalmente capaz aún de renunciar a ella) lo que importa es el proceso que ha pasado por mí la historia de cómo yo cambié y cambiaron los demás y cambió el país. Lo que importa es cómo pudo nacer aquí en este lugar dejado lo que está naciendo. Importan también los otros, los responsables, los chantas: yo me entiendo por ahora. Imagino también un inventario de las cosas que quiero y las cosas que odio: ya lo dije.Las cosas que quiero: Lilia mis hijas el trabajo oscuro que hago los compañeros el futuro los que no obedecen los que no se rinden los que piensan y forjan y planean los que actúan el análisis claro la revelación de lo escondido el método cotidiano la furia fría los títulos brillantes de mañana la alegría de todos la alegría general que ha de venir un día la gente abrazándose la pareja en su amor la esperanza insobornable la sumersión en los otros.
Rodolfo Walsh
Porque si yo muriera mañana una parte de mi vida –esta parte de mi vida– podría parecer insensata y ser reclamada por algunos que desprecio e ignorada por otros a los que podría amar. Desde luego esa reivindicación personal no es lo que más importa (aunque no sea totalmente capaz aún de renunciar a ella) lo que importa es el proceso que ha pasado por mí la historia de cómo yo cambié y cambiaron los demás y cambió el país. Lo que importa es cómo pudo nacer aquí en este lugar dejado lo que está naciendo. Importan también los otros, los responsables, los chantas: yo me entiendo por ahora. Imagino también un inventario de las cosas que quiero y las cosas que odio: ya lo dije.Las cosas que quiero: Lilia mis hijas el trabajo oscuro que hago los compañeros el futuro los que no obedecen los que no se rinden los que piensan y forjan y planean los que actúan el análisis claro la revelación de lo escondido el método cotidiano la furia fría los títulos brillantes de mañana la alegría de todos la alegría general que ha de venir un día la gente abrazándose la pareja en su amor la esperanza insobornable la sumersión en los otros.
Rodolfo Walsh
viernes, 13 de julio de 2007
dulce violencia del amor/escondida
habla/inquietud
que tranquiliza/tristeza
como premio o canción/ país
donde morí para nacer/no tenerte
como riqueza/abrigo
que desnuda/sufrir como salud/rechazo
con que entregas tu suavidad/o calma
contra la pena/pan
como hambre de vos/ ausencias
o vuelos como heridas
que abrís/amás/consolás
habla/inquietud
que tranquiliza/tristeza
como premio o canción/ país
donde morí para nacer/no tenerte
como riqueza/abrigo
que desnuda/sufrir como salud/rechazo
con que entregas tu suavidad/o calma
contra la pena/pan
como hambre de vos/ ausencias
o vuelos como heridas
que abrís/amás/consolás
memorias
Casi sin presentirlo, la misma sensación me recorrió el cuerpo. La falta de aire, la oscuridad, la opresión en el pecho… la misma angustia. Recordé el pelo rojo furioso, y los ojos lagrimeando, la impotencia, el frió que sentía, el nudo incontenible en la garganta. La mano del hijo aferrándose a la de ella, el gesto de cariño, el acompañamiento dentro de la más infinita tristeza. Ahí, en donde la ausencia lo envuelve todo.
jueves, 12 de julio de 2007
todas las moscas del pueblo!
Fue entonces que me acorde, que alguna vez, a una corta edad, me enoje con mi mamá porque no había nacido en Entre Ríos, porque no nos había criado en federación, me acuerdo que antes me fascinaba ir…porque de golpe toda la libertad se me venia encima, podía hacer lo que quiera, nadie me llevaba a ningún lado, era cuestión de agarrar la bicicleta, y cualquiera iba a la casa del otro sin un previo aviso, o un encuentro programado…del río a la casa del tío Ernesto, donde veíamos películas…comíamos tortitas negras, y teníamos nuestros propios micro-emprendimientos que nunca nos salían bien…
viernes, 6 de julio de 2007
jueves, 5 de julio de 2007
la tranquilidad despues de la paliza
esas cosas que nunca olvidé
que dejan de ser yo
ese mundo tan poco real
que me obliga a olvidar...
miércoles, 4 de julio de 2007
infancia
alla lejos,
algun verano en entre rios,
antes de que se casaran supongo,
antes de mi vestido de barquitos,
antes de juli y male,
de ignacio,
de guille y ana,
de santino, juana y francisco.
cuando solo eramos los abuelos,
mis padres, el tio guille de 19 años
y yo de muy poco tiempo
mis tios, gerado y gaba.
la familia unita!
martes, 3 de julio de 2007
miércoles, 20 de junio de 2007
ficciones
En el día de hoy, una de las iglesias de TlÖn sostiene platónicamente que tal dolor, que tal matiz verdoso del amarillo, que tal temperatura, que tal sonido, son la única realidad. Todos los hombres, en el veniginoso instante del coito, son el mismo hombre. Todos los hombres que repiten una línea de Shakespeare, son William Shakespeare
lluvia
maravilloso lo que aparecio ayer en mis manos, a esas horas en que uno no puede dormir, y se sorprende con algo inespertado.
Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar
hoy las plantas se van a ahogar.
lluvia
maravilloso lo que aparecio ayer en mis manos, a esas horas en que uno no puede dormir, y se sorprende con algo inespertado.
Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar
hoy las plantas se van a ahogar.
viernes, 15 de junio de 2007
al hijo.
Estas visitas que nos hacemos, / vos desde la muerte, yo / cerca de ahí, es la infancia que pone / un dedo sobre el tiempo y dice / que desconocer la vida es un error. / Me pregunto por qué / al doblar una esquina cualquiera / encuentro tu candor sorprendido. / ¿El horror es una música extrema? / Las penas llevan a tu calor / cantado en lo que soñaste, / las casas de humo donde vivía el fulgor. / De repente estás solo. / Huelo tu soledad de distancia / obediente a sus leyes de fierro. / El pensamiento insiste en traerte y devolverte / a lo que nunca fuiste. / Tu saliva está fría. / Pesás menos que mi deseo, / que la lengua apretada del aire.
domingo, 3 de junio de 2007
cosas que te pasan si estas vivo
V- "En el fondo, todas las exasperaciones de nuestra pelea giran alrededor de la palabra revolución" A.A. dice:
lo que mas me gusta de hacer un tema es todo lo que decido no poner
V- "En el fondo, todas las exasperaciones de nuestra pelea giran alrededor de la palabra revolución" A.A. dice:
a medida que vas avanzando tenes montonces de maneras de como seguir la frase... pero elegis una sola, de infinitas
V- "En el fondo, todas las exasperaciones de nuestra pelea giran alrededor de la palabra revolución" A.A. dice:
eso me lima mucho
V- "En el fondo, todas las exasperaciones de nuestra pelea giran alrededor de la palabra revolución" A.A. dice:
y eso es la musica... el arte de convcinar sonidos
pablito.
lo que mas me gusta de hacer un tema es todo lo que decido no poner
V- "En el fondo, todas las exasperaciones de nuestra pelea giran alrededor de la palabra revolución" A.A. dice:
a medida que vas avanzando tenes montonces de maneras de como seguir la frase... pero elegis una sola, de infinitas
V- "En el fondo, todas las exasperaciones de nuestra pelea giran alrededor de la palabra revolución" A.A. dice:
eso me lima mucho
V- "En el fondo, todas las exasperaciones de nuestra pelea giran alrededor de la palabra revolución" A.A. dice:
y eso es la musica... el arte de convcinar sonidos
pablito.
miércoles, 30 de mayo de 2007
credulidad
lunes, 28 de mayo de 2007
domingo, 27 de mayo de 2007
hoy, domingo
Numa folha qualquer eu desenho um sol amarelo
E com cinco ou seis retas é fácil fazer um castelo
Corro o lápis em torno da mão e me dou uma luva
E se faço chover, com dois riscos tenho um guarda-chuva
Se um pinguinho de tinta cai num pedacinho azul do papel
num instante imagino uma linda gaivota a voar no céu
Vai voando, contornando a imensa curva Norte e Sul
Vou com ela viajando Havaí, Pequim ou Istambul
Pinto um barco a vela branco navegando,
é tanto céu e mar num beijo azul
Entre as nuvens vem surgindo um lindo avião rosa e grená
Tudo em volta colorindo, com suas luzes a piscar
Basta imaginar e ele está partindo, sereno e lindo
e se a gente quiser ele vai pousar
Numa folha qualquer eu desenho um navio de partida
com alguns bons amigos bebendo de bem com a vida
De uma América a outra consigo passar num segundo
Giro um simples compasso e num círculo eu faço o mundo
Um menino caminha e caminhando chega no muro
e ali logo em frente a esperar pela gente o futuro está
E o futuro é uma astronave que tentamos pilotar
Não tem tempo nem piedade nem tem hora de chegar
Sem pedir licença muda nossa vida,depois convida a rir ou chorar
Nessa estrada não nos cabe conhecer ou ver o que virá
O fim dela ninguém sabe bem ao certo onde vai dar
Vamos todos numa linda passarelade uma aquarela que um dia enfim
Descolorirá
Numa folha qualquer eu desenho um sol amarelo (que descolorirá)
e com cinco ou seis retas é fácil fazer um castelo (que descolorirá)
Giro um simples compasso e num círculo eu faço o mundo (e descolorirá)
jueves, 24 de mayo de 2007
Bubulina
Navidad en el cielo,
Bubulina se llevó mi amor,
el tiempo exacto
entre los dos nunca murió.
Máscara de luna
esa puerta no debiste abrir,
pero ya abierta es tan real,
cómo se resuelve re, do, si, sol, la...
Para hacer esta armonía es preciso un nuevo ser,
capaz de nacer mil veces sin crecer,
cuatro notas separadas y la oscuridad total,
ya no queda tiempo de mirar atrás.
Pero veo el horizonte esta mañana
y de pronto todo parece estar bien,
es que no hay nada que pueda hacer?
es que no hay nada que pueda ver?
Dama de colores,
lávame la cara y llévame tan alto como para ver todo mi mal.
Diosa y heroína,
dejame la llave antes de ir,
no esperes a la muerte aquí.
martes, 22 de mayo de 2007
comentario
lunes, 21 de mayo de 2007
inquietud
es como una lluviecita de verano,
de esas que son tan freaquitas,
que nos entran por todos los poros,
y suspiramos aliviados.
hoy soy una nena chiquita,
que juega y pinta
resumenes de colores,
que le aburren,
pero los lee con resignacion.
que canta y se rie sola,
de no se que cosas...
que ni yo entiendo.
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